Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, en este versículo de la biblia (mateo 28:19) está marcada la pauta de la razón de ser de la iglesia de Cristo.
Pero será acaso que sólo se trata de "bautizar" a las personas?
Será acaso que no hemos comprendido bien, lo que el maestro quería que hiciésemos sus discípulos?
Hasta hace relativamente poco tiempo, creía, que bautizar, era sumergir en agua a un nuevo creyente, como signo público de su aceptación de Cristo, y una nueva vida.
En principio, y si hacemos una traducción literal, la idea de sumergir en agua a una persona, era bautizarlo, y la idea no es del todo falsa, pero si lo analizamos más profundamente, creo que el sólo hecho de sumergir a alguien en agua, por si mismo, este acto, no surtirá ningún cambio real y duradero en la vida del cristiano.
Entonces, será que lo que Jesús, nos encomendó va más allá de una inmersión en agua?
Si analizamos la gran misión que nos encomendó el señor en Mateo 28:19,20, el bautismo es mucho más que una simple inmersión.
No quiero con ello irrespetar las creencias de nadie, se bien que hay quienes afirman con fundamento bíblico (un tanto espurio) que quien no se bautiza, no será salvo, haciendo referencia al rito bautismal de inmersión en agua.
Pero si lo planteamos así, entonces le estamos confiriendo un carácter salvífico a un rito, haciendo con ello insuficiente el sacrificio de Jesús en la cruz.
Será acaso entonces que Cristo, cuando se refirió al bautismo, hablaba de algo más que agua?
Si tomamos para analizar, como punto de partida, el término BAUTIZAR, significa lavar o sumergir.
Creo que coincidirán conmigo en que ser cristiano es mucho más que un simple lavamiento, y consiste más en sumergir, o meterse dentro.
Ahora bien, Cristo mismo le dijo a la mujer samaritana (Juan 14:13,14)
…13Respondió Jesús y le dijo: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, 14pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.
Así las cosas, Cristo mismo es la fuente de agua, que al que se la diere no tendrá sed jamás, entonces, no será que Jesús, nos quiso decir que nos bautazácemos en ÉL?
No quiero desestimar el hecho de que el rito del bautismo es un acto público, mediante el cuál, se reconoce la aceptación de Cristo como único y suficiente salvador personal, pero de nada, o muy poco sirve sólo sumergirnos en agua, si no nos sumergimos en la fuente de agua viva que es Cristo.
Te invito pues a vivir el bautismo en CRISTO!!!!
DIOS TE BENDICE.
miércoles, 17 de agosto de 2016
martes, 16 de agosto de 2016
DEL FACEBOOK Y SUS "COSAS"
Hasta hace un poco tiempo tuve activa una cuenta en esa red social, y no puedo negar que es interesante interactuar con las personas en un mundo virtual.
Sin embargo he llegado a la conclusión de que en no pocos casos, "invertimos" más tiempo del debido, en una actividad virtual, que poco a poco nos crea una vida paralela.
Recientemente en una estación de radio cristiana, programaron una canción que en su letra dice más o menos así:
"Dios va a tener que sacar un facebook, para poder hablar con sus hijos" (https://www.youtube.com/watch?v=M_ECTcjqmss)
y el contenido de esa canción me estremeció hasta lo más profundo de mis cimientos espirituales.
Me cuestioné a mi mismo sobre ¿cómo sería mi vida espiritual si dedicara la mitad del tiempo que me consumía el FB, en orar y leer la palabra?
Caray, creo que sería un gigante espiritual y no un "bonzai".
Encontrar amigos, ex compañeros de la escuela o el colegio, vecinos, y hasta el amor, se convirtió en el gancho que mantiene a muchos, gastándose la vida en el facebook.
Y en muchos casos, ocurren situaciones que después terminamos lamentando.
Una vez un viejo sabio me dijo, si vives tu vida con mesura y con templanza, verás como tus caminos siempre te conducirán al bien, pero si por el contrario, das rienda suelta a los deseos de la carne, terminarás irremediablemente en el abismo.
Una de las razones por las que mantenía aquella cuenta, era estar de vez en cuando escribiendo estas cosas que me vienen a la cabeza, pero creo que hay otros canales a través de los cuáles, también se puede compartir lo que se piensa, así que sean pues todos bienvenidos a esta, mi esquina, donde procuraré compartir regularmente, pensamientos positivos, y enseñanzas de la biblia, con la intención de compartir con ustedes la bendición que Dios generosamente me da.
Sin embargo he llegado a la conclusión de que en no pocos casos, "invertimos" más tiempo del debido, en una actividad virtual, que poco a poco nos crea una vida paralela.
Recientemente en una estación de radio cristiana, programaron una canción que en su letra dice más o menos así:
"Dios va a tener que sacar un facebook, para poder hablar con sus hijos" (https://www.youtube.com/watch?v=M_ECTcjqmss)
y el contenido de esa canción me estremeció hasta lo más profundo de mis cimientos espirituales.
Me cuestioné a mi mismo sobre ¿cómo sería mi vida espiritual si dedicara la mitad del tiempo que me consumía el FB, en orar y leer la palabra?
Caray, creo que sería un gigante espiritual y no un "bonzai".
Encontrar amigos, ex compañeros de la escuela o el colegio, vecinos, y hasta el amor, se convirtió en el gancho que mantiene a muchos, gastándose la vida en el facebook.
Y en muchos casos, ocurren situaciones que después terminamos lamentando.
Una vez un viejo sabio me dijo, si vives tu vida con mesura y con templanza, verás como tus caminos siempre te conducirán al bien, pero si por el contrario, das rienda suelta a los deseos de la carne, terminarás irremediablemente en el abismo.
Una de las razones por las que mantenía aquella cuenta, era estar de vez en cuando escribiendo estas cosas que me vienen a la cabeza, pero creo que hay otros canales a través de los cuáles, también se puede compartir lo que se piensa, así que sean pues todos bienvenidos a esta, mi esquina, donde procuraré compartir regularmente, pensamientos positivos, y enseñanzas de la biblia, con la intención de compartir con ustedes la bendición que Dios generosamente me da.
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